El gas es más rentable que la gasolina


El gas como alimentación de un motor de combustión para un vehículo no es una novedad. Los más mayores que hayan vivido en ciudades grandes de España recordarán que los antiguos taxis llevaban la bombona de butano en el maletero. Su uso poco seguro, sí resultaba más barato para el sector del Taxi, ya que su coste resultaba más barato que el de la gasolina.
Hoy en día, los vehículos que pueden circular a gas no utilizan una bombona de butano. Utilizan el GLP, lo que en las gasolineras se denomina AutoGas. Las marcas fabrican modelos denominados bifuel. Incorporan dos depósitos, uno de gasolina y otro de gas, completamente independientes, precintados y que cumplen las normativas de seguridad EuroNCAP.
De igual modo, muchas compañías ofrecen a los conductores una adaptación de su vehículo para poder ser impulsado por gas con precios que oscilan entre los 1.200 y los 3.000 euros. Todo dependerá del número de cilindros del vehículo adaptado y de la necesidad de soportes y elementos en función del habitáculo.
Funcionamiento del vehículo
Durante una semana, Límite 120 ha probado un Alfa Romeo Giulietta GLP con un motor 1.4 litros que da 120 caballos y alimentado por gasolina de 95 octanos y gas. El funcionamiento del vehículo es el mismo que el de un vehículo sólo alimentado por gasolina de 95 octanos.

El coche siempre va a arrancar tirando del depósito de gasolina. No se puede utilizar el gas hasta que la temperatura del motor supere los 40º. Una vez sobrepasada esa cifra, el Giulietta dispone de un botón, situado delante de la palanca de cambios, por la que el conductor puede cambiar de gasolina a gas y viceversa.
Cuando se agota el gas, el vehículo no se para. Emite un pitido como aviso al conductor que puede cambiar al modo gasolina. Si el conductor no se percata del aviso, el coche cambia automáticamente.
La entrega de potencia, las prestaciones y el comportamiento del vehículo es el mismo se use uno u otro combustible. El conductor no nota ningún tirón, ni sobresalto al pasar de un combustible a otro, por lo que resulta bastante cómodo; al menos en este Alfa Romeo.
Gasto de combustible y coste
Alfa Romeo homologa un gasto de combustible para este vehículo de 6,4 litros por cada 100 kilómetros si se usa la gasolina, y de 8,4 litros por cada 100 kilómetros si se utiliza el depósito de gas. Durante la prueba, el litro de gas estaba a 77 céntimos de euro, mientras que la gasolina costaba 1,46 euros por litro. Con las cifras sobre el papel, el gas resulta más rentable a pesar de que el vehículo consume más.

Ahora bien hay que tener en cuenta varias consideraciones.
Durante la prueba hemos recorrido 906 kilómetros, de los que hemos realizado 320 kilómetros con el depósito de gas y 586 kilómetros con el de gasolina. La primera conclusión es evidente: el depósito de gas tiene menos capacidad que el de gasolina.

La segunda se refiere al consumo. Los datos de homologación del gasto de combustible que realiza una marca no se ajustan a la realidad. En nuestro caso, con unos recorridos similares en el uso cotidiano que hace un usuario que viva en los alrededores de Madrid y se desplace hasta el centro para trabajar, el gasto medio obtenido de gas fue de 9,68 litros por cada 100 kilómetros y de 9,38 litros por cada 100 kilómetros de gasolina.
Con estas medias, el gas resulta más económico para un uso avanzado. De tal modo, los 320 kilómetros recorridos nos han costado 24,02 euros, mientras que para recorrer 320 kilómetros con gasolina de 95 octanos el precio pagado ascendió a 43,85 euros.
Rentabilidad
El precio oficial sin descuentos ni ayudas (los coches impulsados a gas se pueden acoger a las ayudas del Plan Pive de hasta 2.000 euros) es más caro para el Giulietta GLP. Cuesta 26.112 euros, mientras que el Giulietta sólo impulsado por gasolina con el mismo motor y acabados vale 23.912 euros.

La diferencia a favor del de gasolina es de 2.200 euros. Ahora bien si el conductor realiza 20.000 kilómetros al año, el coste combustible inclina la balanza a favor del gas, ya que llenar el depósito durante dicho año costaría 1.247 euros menos que si la carga fuera de gasolina de 95 octanos.(Ver gráfico adjunto).
Infraestructura y parque de vehículos en España
Con los datos en la mano el GLP, a precios actuales y con la gasolina en máximos del año, resulta mucho más rentable que la gasolina si se hace un uso intensivo del vehículo. Además, no supone un sobrecoste de mantenimiento del vehículo, según asegura la marca, y su funcionamiento y prestaciones son las mismas que los de un vehículo sólo impulsado por la gasolina.

El problema del GLP es su escasa implantación en España. En las ciudades grandes no hay problema de abastecimiento. Repsol es la compañía que más apuesta por el aumento de surtidores de AutoGas. En Madrid, por ejemplo cuenta con 21 puntos de recarga y espera elevar esta cifra a 75 en 2015.
La petrolera cuenta con 150 puntos de recarga en toda España y espera aumentar en 100 puntos más cada año hasta 2015, con lo que la compañía cubriría toda la red nacional.
Sin embargo, a día de hoy, se hace necesario planificar bien el viaje para ver que estaciones de servicio cuentan con suministro de AutoGas, si nos desplazamos, por ejemplo, de Madrid a Lugo; ya que con el depósito completamente cargado de gas, el Giulietta sólo recorre 320 kilómetros.
En la actualidad, circulan en España 11.000 vehículos propulsados por Autogas. A favor del AutoGas no sólo está el ahorro medio del 20% respecto a los combustibles convencionales sino que contribuye a la mejora de la calidad del aire urbano por sus bajas emisiones de partículas y NOx, minimizando además el efecto invernadero por sus reducidas emisiones de CO2.
Fuente: Expansion



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